viernes, 31 de octubre de 2014

Y A PESAR DE ELLO SEGUIMOS ACÁ…

Iniciar en la escabrosa y lóbrega ruta del Metal subterráneo a inicios de los 90’s era una experiencia que aparte de iconoclasta no dejaba de darle a uno un cierto tinte de anticuario. Pues, en una época en la que el Metal aún era una contracultura y no una subcultura, como actualmente lo es, hacerse del material que provenía de las escenas más subterráneas, que se gestaban en la periferia y no en las grandes capitales occidentales, requería de persistencia, tiempo, paciencia y, como todo en el mundo actual, dinero.
Fue imbuidos en ese espíritu de conocer las escenas que se gestaban en sitios distantes y desconocidos que muchos de nosotros empezamos a traer los primeros zines. Para lo cual uno debía enviar el dinero oculto en una carta y, si algún empleado de correos no disponía lo contrario, en tres o cuatro meses tenía el paquete de vuelta. 

Poco tiempo pasó para que entre nosotros surgieran los primeros zines. Ediciones de 50 o 100 ejemplares que poco o nada circulaban en la escena local. Pues su objetivo era enviarlos a otros países, donde si bien no generaban un rédito económico sí eran moneda de cambio para hacernos de más material. Lo cual en una época en la que era tan complicado conseguir música, tenía un valor más alto que el del dinero que en editarlos se invertía.

Los artículos, los análisis de la escena y las entrevistas que se incluían, envolvían en su falta de profundidad la idiosincrasia de una época y una generación que encontró en el Metal extremo el ruido de fondo perfecto para un mundo adolescente en el que Patrick Bateman y Damien Thorn eran los modelos a seguir. De igual forma fue en esas páginas en las que escribió sus primeras líneas una prole que, con los años, serían los escritores, sociólogos, arqueólogos y antropólogos forenses que con su trabajo demostraron que, aunque una sociedad domesticada y gregaria aseveraba lo contrario, el Metal, al margen de nuestros consabidos excesos, más que un rumor sin sentido es una forma de pensamiento concreto que, guste o no, está generando cambios que son necesarios para oxigenar y transformar nuestra sociedad.


Fueron muchas las nocturnales y etílicas tertulias en las que, junto a otros noctámbulos de la época, evocamos en la físicamente extinta Cueva Del Dragón aquellos días cuando al salir del correo corríamos a casa como almas en pena, excitados ante la llegada de un nuevo cassette, de un nuevo Lp o de un nuevo zine. Algunas cosas fueron arrebatadas por esas mínimas inquisiciones montadas por padres moralistas, otras lograron burlar el paso del tiempo y aún hoy nos acompañan.
En el inventario de las segundas está una serie de entrevistas que para mi zine Obscvrvs realicé, tanto a bandas locales como extranjeras. Si bien es cierto, nuestra sustancia está hecha de eso que fuimos y que ya no seremos, a la vez nos ha sido dada la dadiva de la memoria, y en las marchitas páginas de la misma han quedado mínimos rastros de eso que éramos. Y hoy, cuando nos aprestamos a conmemorar nuevamente la llama del All Hallows´ Eve, inicio una nueva etapa, en la cual, a través de este blog, iré publicando de nuevo todo ese material que en alguna secreta esquina del tiempo había quedó extraviado. Y, cuando estos textos se agoten, iniciaré publicación de material referente a la escena actual… 

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